lunes, 23 de julio de 2012

Cupcakes de limón

Cuando llega el verano, lo último que apetece es encender el horno. Transformar tu cocina en las profundidades del infierno no es el mejor plan que puedes tener un sábado por la mañana, pero cuando una es muy golosa (y una es muy muy golosa) haces lo que haga falta con tal de tener una cupcake que llevarte a la boca con el café.

Y con esta idea me lié el pasado sábado a elaborar una pequeña tanda de Cupcakes de limón. Llevaba semanas con la idea rondándome la cabeza. No me gusta mucho el limón pero (será por el calor) necesitaba probarlas.


Otro motivo para ponerme como loca a mezclar ingredientes era que había recibido un gran pedido de cortadores y decoraciones comestibles y buscaba una excusa para utilizarlas. ¿Y qué mejor excusa que unas cupcakes de limón?



El bizcocho es muy esponjoso, pero opté por eliminar la ralladura de limón y la sustituí por aroma de limón (compré el de Vaine) que dejó un olorcito de lo más agradable en la cocina.



El cortador del set de Blancanieves me conquistó y no pude evitar decorar una cupcake con ella (nota mental: tengo que conseguir el de Star Wars).



Combinar el punto ácido del limón con el dulce de los tres chocolates fué un acierto. En ocasiones hay combinaciones arriesgadas que dan buenos resultados. Todo es ponerse.



Y mientras las cupcakes iba a su ritmo en el horno, aproveché para preparar el buttecream. He visto múltiples recetas de buttecream y al final di con las cantidades justas para que su sabor no sea excesivamente dulce. Pongo menos cantidad de azúcar glas que de mantequilla (125 gr de mantequilla y 100 gr de azúcar glas). Sería la cantidad para decorar 6 cupcakes.



No soy una adepta a la mantequilla (de hecho no la había probado nunca hasta que comencé con la repostería), así que al principio ocultaba el sabor con un poco de chocolate blanco derretido, pero el efecto era demasiado dulce, así que el chocolate ha desaparecido. Para que el color fuera más intenso utilicé un poquito de colorante Yellow Lemon de Americolor.



Y algo que no podía dejar de utilizar era mi nuevo rodillo texturizador. Me gusta mucho el dibujo que deja en el fondant y que a la hora de decorar galletas y tartas te abre un mundo de posibilidades.

Cuando estuvieron listas fué probarlas y caer rendida al sabor del limón. Me recordó al pastel de limón de Royal. El mismo sabor...que buenos recuerdos. Ahora estoy deseando hacer de naranja, fresa, chicle, mango....ufff, tantos aromas por comprar .....


4 comentarios:

  1. La verdad es que se ven riquísimos. Para la repostería soy un desastre, apenas las cupcakes me salen bien, pero hornear un pastel?. Que va... o no levanta, o levanta y cuando lo saco del horno, se hunde en el centro.

    Felicitaciones por tus postres.

    P.D.: una que cayó por aquí después de leerte en el foro de Autoras en la Sombra.

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    1. Gracias Saouri. La repostería, como la cocina, es ponerse y sobre todo controlar el horno porque cada horno es un mundo. Miedo me da probar el nuevo horno que tendré en breve y ver si necesito más calor, menos tiempo o al revés. Pero no te desanimes, puedes empezar con pasteles de tamaño mini (10 centímetros) y luego ir aumentando poco a poco. Una vez que le pillas el punto es como montar en bici, nunca se olvida ^_^

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  2. ¡Qué bonitas te han quedado!
    Me encanta la decoración y la descripción es increible, casi puedo oler y degustar el limón.

    Estoy deseando ver lo que haces con todos esos aromas y esas herramientas nuevas.

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    1. Muchas gracias Iza. Tengo muchas ganas de poder seguir probando los materiales nuevos. Tengo un montón de ideas en la cabeza pero este calor no anima nada a tener el horno encendido. Solo las cupcakes son agradecidas con este tiempo, porque se hacen antes.

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